En la mañana del jueves 3 de abril de 2014, en el transcurso de la Audiencia que Francisco concedió al Prefecto de la Congregación para las causas de los santos, el Cardenal Angelo Amato, el Papa aprobaba la promulgación del Decreto que reconoce las virtudes heroicas de Madre Clara.
Al conocer la noticia, Mons. Gerardo Melgar Viciosa, entonces Obispo de Osma-Soria, afirmó que “la promulgación del Decreto es un paso muy importante de cara a su Beatificación. A este paso le seguirán otros como son el reconocimiento del milagro como auténtico por parte de las comisiones de médicos, teólogos y Cardenales, y el reconocimiento y la firma del Decreto de Beatificación por parte del Papa”. Así mismo, Mons. Melgar Viciosa manifestó “un profundo agradecimiento al Santo Padre Francisco por el Decreto” y felicitó “a la Abadesa y a toda la Comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara de la Diócesis por este día de gozo, al tiempo que rezamos para que el proceso de Beatificación siga su curso de modo que, muy pronto, podamos ver firmado el Decreto que permita su Beatificación”.
En el Monasterio de Hermanas Clarisas de Soria la noticia fue recibida con una enorme alegría. Su abadesa, Sor Ignacia María, afirmó que aquella jornada era “un día muy grande para todas nosotras pero también para toda la Diócesis de Osma-Soria”. “La Madre Clara es hoy más que nunca un pilar de la Comunidad; queremos vivir sus ideales y transmitirlos a las próximas generaciones de religiosas que Dios nos regale, especialmente el amor a Jesús en la Eucaristía”.
Como recordó Sor Ignacia María, “muchas de las hermanas mayores conocieron personalmente a Madre Clara y el recuerdo que tienen de ella es el de haber vivido con una santa. Todas las que tuvieron la alegría de convivir con ella poseen el mismo recuerdo: haberse sentido especialmente queridas por ella”.
Unos días después, cientos de sorianos abarrotan la iglesia del Monasterio para participar en la Santa Misa de acción de gracias a Dios por la declaración de Madre Clara como Venerable. La celebración, que fue presidida por el Obispo de Osma-Soria y que contó con la presencia de autoridades políticas así como con la participación de familiares de la Venerable, fue concelebrada por medio centenar de sacerdotes diocesanos y de algunos religiosos franciscanos. Del mismo modo, asistieron a la Santa Misa religiosas clarisas de los monasterios de Soria, Medinaceli, Valdemoro (Madrid) y de otros muchos de la Federación.
Tras la lectura del Evangelio, la Abadesa, Sor María Concepción, leyó el Decreto del Papa Francisco que declaraba Venerable a Sor Clara.